lunes, 30 de noviembre de 2015

Mi grito de guerra





Milagros Jiménez



No,
no me cierres hoy mi sonrisa abierta,
déjala pasar franca, sin barreras,
que rutile alegre, cual clara luciérnaga,
en la oscura noche hostil de la tierra.

No,
no me cubras hoy
los ojos con vendas,
déjalos brillar
puros en la niebla,
llenando de luz
las miradas ciegas
un instante al menos,
cual fugaz estrella.

No,
no aprisiones hoy mis manos intensas,
déjalas volar pintando promesas
de amor y de paz, de concordia auténtica,
clamando calladas mañanas eternas.

Déjame lanzar
mi grito de guerra:

"¡Que no mueran nunca
las sonrisas tiernas,
que brillen los ojos,
que las manos crezcan,
que ocupen espacios
de negra tibieza
y borren del mundo
la absurda contienda!"

No,
no me niegues hoy soñar con quimeras.
                                                    (MjH)



martes, 24 de noviembre de 2015

Palabras





Para que tú me leas
con nítida mirada
y a descifrar aciertes
los signos de mi alma
con el sutil lenguaje
de la pasión cifrada,
nacieron mis palabras.

Para que tú me oigas
estando yo callada
porque en la estancia mustia
la música no habla
ni suenan las canciones,
que antaño enamoraban ,
nacieron mis palabras.

Para que tú me sientas
en tu profunda entraña,
cuando los días grises
ocupen tu morada
y tiñan de amargura
tu espacio de esperanza,
nacieron mis palabras.

Para que tú comprendas
lo que la vida guarda
en su fluir constante,
que por mis manos pasa,
y marca con sus huellas
la esencia de tus alas,
brotaron  estos versos,
nacieron mis palabras.
                       (MjH)



lunes, 23 de noviembre de 2015

Ocaso






Yo veía cada tarde
el día, ¡cómo moría!,
envuelto en pálida faz,
mis amores consumía.

Por los montes esplendentes,
por las colinas floridas,
por los valles renovados,
por las gozosas campiñas,
por los lujuriosos prados
y las peñas enlucidas,
se iba cubriendo de duelo
la hermosura que bullía.

Como lluvia itinerante,
decepciones esparcía
en los ríos bulliciosos,
en sus calladas orillas,
en los mares altaneros,
en lagunas de armonía,
y en el hades de la noche,
mis esperanzas hundía.

Yo veía cada tarde
el día, ¡cómo moría!,
envuelto en pálida faz
mis amores consumía.
                           (MjH)

Por el olivar




                                                                                  Stop a la violencia machista. No más                                                                                              muertes. ¡Basta ya!


Ya sube la niña
por el olivar,
en sus fuertes manos
su persona va.

El sol se retira,
la espalda le da,
su ocaso se acerca
por el olivar.

Posesión y celos
vienen a acechar,
¡la noche asesina!,
por el olivar.

 La traición camina
en rostro falaz,
baja la ignominia
por el olivar.

La luna se tiñe
de rojo penar,
lágrimas de sangre
por el olivar.

Un grito callado
clama libertad,
igualdad, justicia
por el olivar.
                 (MjH)





sábado, 7 de noviembre de 2015

A un jazmín







Tú te esparces libre,
oh, jazmín frondoso,
por el campo abierto,
libre y generoso,
y donas la esencia,
que emanan tus poros,
y la flor albina,
que adorna tu dorso,
con tus francas manos
de blancos retoños
a las mariposas
de vuelo armonioso,
que posan sus alas
de pétalos de oro
en verdes urdimbres
de berilo ocioso.
Y, si el caminante
detiene sus ojos
ante el ramillete
de candor mimoso,
que mecen los céfiros
con ritmo amoroso,
apresas su alma
en nácar canoro.

¡Oh, jazmín silvestre,
libre y generoso,
rocías mis días
de gris tormentoso
con la dicha pura
de tus albos gozos!
                        MjH

                         


jueves, 5 de noviembre de 2015

Sentires




  (Panorámica de Luque, Córdoba, de Luque, un pueblo con encanto. https://www.facebook.com/photo.php?fbid=910277029009584&set=gm.537944939702616&type=3&theater)

                                                                                                                             A Luque, mi pueblo.



No sé qué tiene mi pueblo,
no sé qué tiene su aura,
que, al contemplar sus rincones,
se remueven mis entrañas.

Cada esquina, cada fuente,
cada calle, cada casa,
cada sierra, cada loma,
cada árbol, cada planta
me desgarran con su hechizo
y me roban con su magia
las hebras de mi querer
y los hilos de mi alma,
con los que tejen cadenas
de oro fino y fina plata,
que me atan para siempre
a sus raíces serranas.

No sé qué tiene mi pueblo,
no sé qué tiene su aura,
que me arrancan estos versos,
rebosantes de añoranza.

                                MjH