sábado, 14 de abril de 2018

Besos robados



                                                             ( Besos de Ron Hicks)




Hacia el brocal de tu boca jugosa
corrió mi labio en salvaje embestida,
para beber la savia suspendida
en su corola fogosa y amorosa.

Y al contemplar tu cara candorosa
bajo la luz de la estancia dormida,
frené el deseo de mi loca estampida
y al instante domé mi sed ansiosa.

Pero el volcán de mi pasión ardiente
se desbordó en ríos en osadía
y mi labio voló muy diligente

hasta tu boca de dulce ambrosía.
Y allí atrapé como llama candente
besos de abril de roja malvasía.

                                      (MjH)