jueves, 24 de marzo de 2016

No me llames




                                             ("Una tregua" de Frank Bramley)



No. No me llames.
Hoy no me llames,
aunque tu voz estalle de deseo
aunque rebeldes las palabras huyan
y acudan a mi encuentro.

No. No me llames.
Sella tu boca
con herméticos cerrojos de hierro,
para que apresen con fuerza mi nombre
y no lo susurre el viento. 

Porque si tú hoy me llamas
a gritos, con desespero,
con ardor, con desvarío,
o con la luz del recuerdo,
no habrá montañas abruptas
ni cimas de frío hielo
ni glaciales desangrados
ni océanos turbulentos
ni ríos de negra furia
que a mi amor le pongan freno.

No. Hoy no me llames, no.
Vele tu boca el silencio.
Deja que tu voz se rompa
aunque estalle de deseo.
                                    (MjH)