jueves, 1 de abril de 2021

A NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO

 



Cuando era niña, cada amanecer del Viernes Santo, me levantaba a verlo pasar por mi puerta. Luego, mientras hacía el recorrido por todo el pueblo, lo esperaba junto a mis paisanos en El Llano. Acudíamos a la representación de pasajes bíblicos y, una vez terminados éstos, lo acompañábamos a su ermita. Me dolía ver su rostro compungido y sentía una impotencia enorme al ver la imagen tan magullada y el rostro tan dolorido. Sólo pensaba entonces en cómo haberlo podido librar la maldad humana. Esta madrugada tampoco saldrá. Yo lo llevaré siempre en mi recuerdo y en mi corazón.


 

 

SONETO A NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE LUQUE (CORDOBA

 

Despójate de esa cruz hosca y fría

y acógeme en tus brazos, Nazareno,

detén presto tus pasos, ponles freno

y déjame aliviar esa agonía.

 

Huye de la maldad e hipocresía

y aléjate del que vive en el cieno,

busca guarida en mi grato seno,

de infiel suplicio yo te salvaría.

 

Limpiar tu débil rostro yo quisiera

y quitarte esa corona impía,

enjugar estas lágrimas de cera

 

con paños de piedad y de alegría,

redimir tus pies de esa galera

y ungirte con aceite de ambrosía.

                 Milagros Jiménez