Si te arrastra el torrente del olvido
hacia ríos extraños, engañosos,
y el desvelo de tus días tormentosos
no lo asfixia nuestro
juego enloquecido,
si la llama de otro
tiempo acontecido
del corazón sus hilos vaporosos
no los prende con bríos vigorosos
al albur del recuerdo enardecido,
se escarchará la lágrima vertida,
se dormirá al punto mi lamento,
se esfumará nuestra pasión vivida,
se marchará feliz el sufrimiento,
se secará la fuente complacida,
se apagará la luz en un momento.
(MjH)
Del corazón sus hilos vaporosos.
ResponderEliminarMe encanta