Sendas de luz y de sombra
se deslizan sin descanso
por el hálito intangible
del transcurrir cotidiano.
De sombra y luz esas sendas
penetran por los costados,
como agudos alfileres,
y a hierro te van marcando.
Entreveradas sus chispas
el sentir van perforando
y transitan por misterios,
sueños, gozos y quebrantos.
Sendas de luz y de sombra
asaltan todos los flancos
con sus risas de alegría
y sus lágrimas de llanto.
De sombra y luz esas sendas
en silencio están forjando
el alma del caminante
y las huellas de sus pasos.
Y entre soles y penumbras
se va la vida pasando
y el corazón se
columpia
en trapecios desbocados.
¡Sendas de luz y de sombra
por llanuras y barrancos,
claroscuros inquietantes,
al hombre siempre acechando!
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