Para todos vosotros, cofrades de la Cofradía del Silencio de Luque, y muy especialmente para mi amigo Miguel Angel Jurado, este soneto dedicado al Cristo de la Expiración y a la procesión del Silencio:
Del tambor su son el ritmo callado,
del ronco timbal mudos los sonidos,
del viento airado cesan los aullidos
y amaina el llanto del niño asustado.
Cierra la farola su ojo dorado,
los astros del cielo están ya dormidos,
y la alta puerta de goznes bruñidos
despierta y se abre al Crucificado.
¡Silencio en la calle! El Amor camina.
¡Silencio en el aire! El dolor lo embarga.
¡Silencio en la noche y en su faz divina!
Que el Hijo de Dios en su hora amarga
expira silente en cruenta colina
para redimirnos de eterna carga.
( MjH)
Fantástico soneto al "Silencio", pleno de sonoridad desgarrada. La foto, con ese contrapicado americano, está muy bien elegida. Felicidades.
ResponderEliminarGracias, Jaramos :-)
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