domingo, 15 de febrero de 2015

¡Casta, casta, mucha casta!




casta

Se acerquen los caballeros,
se acerquen también las damas,
venga la gente de bien,
con la oreja muy aguzada,
la historia que van a oír
es cierta, no es inventada.

Dicen que vienen, señores,
a poner enhiesta a España,
y a librar a los de abajo
de aquesta alevosa casta,
que no es honesta, explican,
que no es decente ni honrada,
catervas  de salvadores,
que más bien son “salvapatrias”,
que por esta nuestra tierra,
que aborrecen toneladas,
aunque chupan bien del bote,
lo cual es cosa probada,
con “dossieres” en el sobaco
pululan siempre en bandadas,
cual aviesos pandilleros
a zurrarle la badana
a todo aquel que le diga
las verdades a la cara.


Con graznidos vociferan,
tal como hacen las urracas,
cuervos, buitres, aguiluchos,
aves de agüero malsanas,
que alimentan sus delirios
en las carnes putrefactas
de la crisis financiera,
la que fue mal gestionada,
con cara de malas pulgas,
cual si  purgas precisaran.


Emboscados por la red,
como si fuese su casa,
como si esto de internet
sólo ellos controlaran,
se mueven con prepotencia,
campean siempre a sus anchas,
y en la teles del sistema
y en las que llaman privadas,
en la prensa digital,
en la de papel grabada,
utilizan a su antojo,
los medios en democracia,
mientras amenazan fieros
con ponerles la mordaza,
si no les dicen “amén”,
si no les ríen las gracias,
"sic", sin que se les arrugue
ni las cejas ni pestañas,
con una falaz sonrisa
y con hiel en las entrañas.


¡"Casta, casta"!, ladran ellos.
¡"Casta, casta, mucha casta"!
Corruptos  los imputados
y los que ellos “imputaran”
con su índice extendido
a quien estorba señalan,
pues saben mucho de "leyes"
y han aprendido las mañas
de ajusticiar sin justicia
a quien su credo no acata.


¡"Casta", "casta"!, nos berrean.
¡"Casta", "casta", mucha "casta"!
Son unos muchos, aúllan,
más que unos cuantos, nos braman,
que han dejado los pesebres,
sin ser shudrás ni ser parias,
sin ser vaishias ni chatrías,
muy limpios de polvo y paja,
pues han robado a destajo
dejando al de abajo en bragas.


Y a estos que han gobernado
o gobiernan las Españas,
hayan trincado lo mucho
o no hayan trincado nada,
“casta” los llaman, señores,
“casta”, pero no Susana,
que ya la casta no es
de proceder valorada,
mas nunca mientan lo bueno
que aquesta casta lograra.
Lo gritan con tanta fuerza,
con la voz tan desgarrada,
como si el vocablo fuera
neonato de sus gargantas.
¡"Casta", "casta", van mugiendo.
"Casta", "casta", mucha "casta"!,


Mas no es de nuevo cuño
esta "casta" vomitada,
otros ya la vomitaron,
creánme, que no es patraña,
pues de vocablo castizo,
de expresión tan reiterada
gozaba con su dicción
su Chamán el lengua larga.
“Gorila” era su apodo
y Chávez se apellidaba,
el de nefasto recuerdo,
el que a Venezuela atara
no sólo de pies y manos,
también su boca cerrara.
Aquel que dejó en herencia
la ruina más canalla,
mientras llenó los bolsillos
y las sus cuentas bancarias,
de “leuros” a tutiplén
en arcas muy bien blindadas,
pues lo de ser comunista
de Suiza no le aparta.


¡"Casta", gritaba Hugo Chávez,
"Casta", "casta", mucha "casta"!
"Casta", "casta”, en la calle
al adversario espetaba
y en la cárcel, tras las rejas,
también lo llamaba "casta",
el que a su pueblo dejó
la libertad secuestrada.


Y vienen a corear
aquí en la tierra patria
esa misma cantinela
los de esta nueva hornada,
como si fueran voceros
de las dictaduras rancias,
de obsoletas tiranías,
a las que asesoraran.
¡Ya fueron  muy "bien pagaos"
por tan enteca palabra!
 Y, ¡por Odín!, que lo dicen
hombres y mujeres versadas,
con privilegios que muchos
querríamos por las mañanas,
por las tardes, por las noches,
para meses y semanas,
pero que no disfrutamos
ni en fechas muy señaladas,
ya sea feria o Carnaval,
Navidad o Semana Santa…,
las que nos pueden quitar,
porque les da bien la gana.


 ¡"Casta"!, gritan sin aliento
los que son de esa calaña.
¡"Casta"! dicen con cinismo
 los que “casta” mancillaran,
para insultar zahiriendo,
para marcar con gran saña,
a todos los que han mandado,
ya sean jefes o mesnadas,
del Pepé o del Pesoe,
o de partidos bisagra
o a los ciudadanos libres ,
que no estén en su manada,
que no aplaudan sus arengas,
confusas, enmarañadas,
como gran dogma de fe,
aunque ateos se proclaman,
o rechacen el discurso,
que esconden so falsa capa,
quienes quieren arreglar
la nación que detestaran,
de la que quieren borrar
todo lo que funcionaba.
En resumen, se lo gritan,
a quien no le baile el agua.


¡"Casta", "casta"!, les repiten,
eso sí con faz mudada,
con los ojos encendidos
como bombilla encarnada.
 Y si el acosado entonces
razona alguna palabra,
sin pensárselo dos veces,
también lo tildan de “facha”,
y hasta se atreven a expulsarlo,
así por su bella cara,
del país que no gobiernan,
quienes no limpian su casa,
guardando por los rincones
unas cuentas poco claras,
y en sótanos de la "Complu",
de cadáveres las larvas.
(Si amenazan sin mandar,
¿qué harán estos si mandaran?)


¡"Casta", casta"!, van rugiendo.
¡"Casta, casta, mucha casta"!,
mientras vienen a pillar
del pastel buena tajada,
estos brahmanes mimados,
de casta universitaria,
que a la par también pretenden
ser de la casta más baja,
tal si fueran intocables,
los que tocan bien las cajas
y los “cojines” a Hacienda,
¡sus monedas son sagradas!


 Adoctrinar es su fin,
sin pudor, con artes malas,
con palabras muy vacías
y también bien engarzadas,
para poner  las neuronas
las del rebaño, anuladas,
llenas todas de agujeros,
pochas, marchitas y blandas,
mientras ellos trapichean
con toda la pasta gansa,
que reciben a raudales
de países muy “demócratas”,
ya sea Irán, ya Venezuela,
ya sea Cuba o Nicaragua…,
para implantar en el país
lo que a otros esclavizara,
y entre oscuras maniobras,
bajo sombras orquestadas,
ser la casta que detestan,
que aborrecen y avasallan,
trepanando con su verbo
de los cerebros la masa,
con un "chip"que les teclea 
¡"casta", "casta", todos, "casta"!,
pues las ovejas eléctricas,
los rebaños de hojalata,
fácil son de manejar
con los mandos a distancia
por androides trasnochados,
con ideas trasnochadas.


¡"Casta"!, gruñen como ofensa,
¡"casta"!, gritan, ¡mucha "casta"!,
los que en sus mochilas llevan
"casta" a fuego grabada,
los que nos vienen a hurtar
libertad, derechos y alma,
que ya nos cuenta el refrán:   
"al galgo le va de casta"!
                                    MjH




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