martes, 19 de noviembre de 2013

SONETO VIII: Reflejos










Pasó el ayer con alas agitadas,
sobrevoló las huellas del camino,
garras mostró como el feroz felino,
que persigue veloz presas ansiadas.

Pasó el ayer con rosas perfumadas,
que deshojó sellando su destino,
sin que su olor borrara el desatino
de almas tiernas atrozmente marcadas.

Atrás quedó aquel ayer perdido
cuando con fe brotaban bellas flores
en un jardín ameno y no temido.

Sólo el reflejo del bien acaecido,
luz fugaz de sueños abrasadores,
ilumina el presente ensombrecido.
                                                 MjH




lunes, 18 de noviembre de 2013

EL CAMPOSANTO: Romancillo




                               (foto del cementerio de Luque, de Patricio Moral, publicada en "Luque un pueblo con encanto")



Sobre la quebrada
del monte escarpado,
que ya en otro tiempo
yació bajo el piélago,
bajo el vasto mar,
de Tethys llamado,
entre los olivos
y cipreses altos,
blanco en su envoltura
y en pureza blanco,
está el camposanto,
donde en paz reposan
los seres amados.

¡Quietud y silencio
en el camposanto!

Y por el sendero,
umbrío y cerrado,
que lleva a su puerta,
con paso calmado
transitan las penas,
andan los quebrantos,
gravedad en el rostro
y en el alma llanto,
de los familiares
y amigos cercanos.

¡Quietud y silencio
en el camposanto!
  
Un silencio sordo,
un silencio pardo,
envuelve los nichos,
las tumbas de mármol
de quienes su vida
un día dejaron.
No cantan los grillos
ni pían los pájaros
ni suena el trasiego
del pueblo lejano,
como si  los muertos
fueran olvidados
en sus tristes fosas,
en sus huecos cóncavos,
en retiro eterno,
solos y apartados.

¡Quietud y silencio
en el camposanto!

Y cuando la noche,
que sigue al ocaso,
ocupa el terreno
del lugar sagrado,
¡soledad, silencio,
en el camposanto!


Mas solos no están,
los protege el Tajo,
amante su sombra
les sirve de manto,
y les quita el frío
del invierno helado.
Allí está la virgen
dándoles amparo,
patrona querida,
Virgen del Rosario,
que acuna sus lechos
con manos de nardo,
velando su sueño,
sus restos velando,
que no se despierten
del largo letargo.

¡Quietud y silencio
en el camposanto!
                     MjH







lunes, 4 de noviembre de 2013

A pesar de noviembre





A pesar de noviembre,
el silencio no anida en las hojas que caen,
ni se desgajan perladas las gotas sobre el estanque.

A pesar de noviembre,
esplendorosa la luz  llena de vida el paisaje,
arcoíris que matiza los colores otoñales.

A pesar de noviembre,
aún cantan los ruiseñores serenatas memorables
sobre los álamos grises y ocres alcornocales.

A pesar de noviembre,
nace el amor candoroso de la hojarasca exultante,
adorno de la campiña con su fugaz y ágil baile.

A pesar de noviembre,
retoñan las ilusiones y los sueños impalpables,  
en nubes van enmarcados con suspiros de diamante.

A pesar de noviembre,
despiadada la tristeza hoy no contamina el aire,
y las esperanzas vuelan buscando puertos de amarre.

A pesar de noviembre,
se desliza entre las sombras de una noche negra y grave
un fanal de día eterno y de edenes terrenales.

A pesar de noviembre,
muere la melancolía en la mansa y dulce tarde.
¡A pesar de noviembre!
                                         MjH



domingo, 3 de noviembre de 2013

La Romería de San Jorge




            (Panorámica de Luque. Al fondo, a la derecha, la Ermita de San Jorge. Foto de José De la Rosa, cedida por Eulalia Molina Jiménez.)



En abril, coincidiendo con la onomástica de San Jorge, se celebra una romería en Luque, celebración generalizada en muchos pueblos de España, (http://www.enluque.es/paginas/festejos/san-jorge.htm) en honor del Santo. Todo el pueblo acude en pleno a festejar ese día a la Ermita de San Jorge, ubicada en el Cerro del mismo nombre. Esta ermita se construyó en el siglo XV, para conmemorar la victoria alcanzada cerca de Lucena por el Conde de Cabra, ayudado por las milicias luqueñas, que derrotaron al último rey nazarí, Boabdil el Chico. De pequeña nunca me perdí este festejo.

 En memoria de los bellos momentos que disfruté allí, he compuesto este poema, utilizando la estructura de un zéjel (http://books.google.es/books?id=FmHTX6p1qo4C&pg=PA251&lpg=PA251&dq=estructura+metrica+del+zejel&source=bl&ots=HGDURewkcf&sig=rqn05TwgtHZCSEaw_-THNMX9YHQ&hl=es&sa=X&ei=O0xtUsy5MdDH7AatwYGoAw&ved=0CGgQ6AEwCTgK#v=onepage&q=estructura%20metrica%20del), composición poética medieval magistralmente manejada por Gil Vicente, escritor portugués del siglo XV al que admiro (http://www.poemas-del-alma.com/gil-vicente.htm). La complejidad métrica del zéjel va paralela a la dificultad que en aquellos años presentaban los escarpados caminos que conducían al Cerro de San Jorge. Aun así, casi todo el pueblo acudía anualmente a la Romería para celebrar juntos la fiesta.




                       




¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

Van subiendo  los romeros
los empinados senderos
con sus varas y sombreros
de apreciada artesanía.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

La moza con su vestido,
en su cintura fruncido,
de esplendente colorido,
luce feliz lozanía.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

En su delicado brazo
porta un cesto con su hornazo,
su huevo duro y su lazo,
que en el horno cocería.
                                                   
¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

El mozo, muy atildado,
se mueve de lado a lado
mostrando con desenfado
su varonil gallardía.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

 Los niños saltan contentos,
a sus juegos muy atentos,
sin quejidos ni lamentos,
con aguda vocería.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

En las candelas al sol,
hierve ufano el perol,
de la amistad un crisol,
donde el afecto crecía. 
                                          
¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!



(Ermita se San Jorge, ubicada en el Cerro del mismo nombre. Foto de José Cubero)

Del cerro su soledad
tórnase en orfandad,
para acoger con bondad
la ruidosa algarabía.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

El aire de la mañana
impregna de mejorana
con poderío y con gana
la próspera Serranía.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

De la guitarra los sones
enlazan bellas canciones,
que llenan los corazones
de fraternal armonía.

Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

El trueno artificial,
cual aurora boreal,
viene a morir al breñal,
junto a la endrina sombría.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

Reluce blanca la ermita,
de gala para la cita,
cuando el pueblo la visita
con gran fervor y alegría.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

 En su trono ornamentado,
San Jorge espera el traslado
en procesión por el prado
con devota compañía.




               (Procesión de San Jorge. Foto de www.enluque.es)



¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

 El Conde no te olvidó 
cuando en Lucena luchó
y a Boabdil derrotó
con arrojo y valentía.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

Y en esta cima aplanada
te levantó tu morada
hacia levante orientada,
que la hazaña evocaría.

¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!

En la Arcadia placentera
de la festiva pradera,
se come, baila y venera
al santo con pleitesía.


¡Vamos ya de romería,
de San Jorge es el gran día!
                                   MjH




                   (Celebración en el Cerro de San Jorge. Finales de los 50)