"Es una tarde cenicienta y mustia…"
A. Machado
Domingo.
El día ya se consume.
La
lluvia arrecia tras la ventana.
Domingo.
Y va llegando la
noche.
Las tareas, acabadas.
Domingo.
Un día más que se muere,
pero
nace la esperanza.
Llueve.
Siguen
tus ojos clavados
en el fondo de mi alma.
Llueve.
Esas
gotas que descuelgan
de las farolas
mojadas,
no son, amor, de tristeza.
Llueve.
El corazón se me
enreda
en palabras pronunciadas,
que no se las lleva
el viento
ni la lluvia las arrastra;
viajeras del norte al sur,
de tu boca a mis entrañas,
se
adueñan de mi universo,
lo horadan y lo traspasan.
Llueve.
La añoranza
de tu voz,
la ausencia de tu mirada
pueblan mi
monotonía
esta tarde fría y lánguida.
MjH
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