En esta noche tenebrosa y fría
mi dulce voz se ahoga en un
suspiro
al evocar el instante sin
respiro
en que tu boca besó la boca mía.
Si tu boca besó la boca mía
aquella tarde de recuerdo grato,
hoy me encuentro vagando rato a
rato
en el beso que tu alma me
ofrecía.
Oye, amor, la voz de mi lamento
y acude a mi llamada silenciosa.
¡Es tan grande el dolor y el
sufrimiento
que sin ti esta senda
esplendorosa
vuelta está en oscuro
sentimiento
y en sombría soledad calamitosa!
MjH
La nostalgia de la ausencia provoca en el amante efectos desastrosos.
ResponderEliminarBien hilvanado en su sentido y bien armado en su estructura.
Feliz hallazgo!!!!
Gracias, anónimo, por tu comentario tan atinado como elaborado. Saludos
ResponderEliminarMe gusta muchísimo. Es muy bueno.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar